La Facultad de Derecho de Valladolid: uno de nuestros mejores clientes

El mimo y el trabajo profesional dan sus frutos en una relación duradera

La historia de la Facultad de Derecho de Valladoliid se remonta a finales del siglo XV. A principios del siglo XVIII, al resultar su capacidad insuficiente, se amplió con otro claustro de cuatro galerías y varias aulas. Además se realizó una fachada barroca que se construyó en 1715.

En 1909 se decide derribar ese edificio del que sólo se salva la famosa portada barroca para construir uno de mayores dimensiones. Más adelante, en 1939 se añade la espectacular escalera y vestíbulo. En 1968 se produce un importante cambio, construyendo un edificio capaz de alojar a todo el alumnado.

Escaleras de la Facultad de Derecho Valladolid

Es en el año 2005 cuando, de la mano de Becedas, comienza nuestra relación con la Facultad de Derecho de Valladolid. Una nueva ampliación propició que nos encargáramos de vestir las distintas aulas y despachos con cortinas y estores.

Dede entonces nuestra colaboración ha sido constante en numerosos ámbitos, ofreciendo soluciones personalizadas a cada necesidad planteada.

Es el caso de este patio interior, con persianas venecianas. Mientras que el resto de las persianas del edificio se instalaron en un color neutro, en el patio, lugar al que daban todas estas ventanas, se optó por un proyecto colorido que le aportaba un punto alegre y luminoso.

Facultad de Derecho Valladolid

Las aulas lucen unas cortinas granates de oscurecimiento ignífugas y de gran tamaño, muy similares a las que podemos encontrar en los hoteles.

Además, desde la Facultad de Derecho de Valladolid nos encargaron la instalación de una pantalla para proyección de grandes dimensiones en una de sus aulas. En este caso, sobre un bastidor, se montó una lona del tejido de las pantallas de cine resolviendo el problema y mostrando nuestro lado más versátil.

Aula en la Facultad de Derecho Valladolid   Aula en la Facultad de Derecho Valladolid

Después de numerosas instalaciones en aulas, despachos, pasillos, ventanales... sólo podemos estar agradecidos por poder trabajar en uno de los edificios más emblemáticos de Valladolid y muy satisfechos con nuestro trabajo por la confianza que, año a año, la Facultad de Derecho sigue depositando en nosotros.